El Poder Revolucionario del Amor
“Los apetitos incomprendidos, improductivos, errantes y promiscuos tiran de la matriz lo que deseamos.” [1]
Dado que el deseo es una construcción social, el amor deseado es una acción colectiva hacia nuestra liberación. Deseamos un amor sincero y digno. Deseamos la liberación. Karl Marx afirmó en una ocasión que nuestra conciencia surge de nuestra experiencia como seres sociales. El capitalismo no es sólo un sistema político y económico, como lo entiende la mayoría de la gente, sino que también invade y coloniza nuestra vida cotidiana como estructura social. Como tal, nos esforzamos por construir comunidad, y sobre todo en forma de “familia”. Como afirma M.E. O'Brien en El capitalismo de abolición de la familia y la humanización del cuidado, “a menudo tenemos la sensación de haberla encontrado”. [2] Sin embargo, el capitalismo nos impide construir las comunidades y familias que necesitamos.
Si todos deseamos amor y libertad, entonces necesitamos a otras personas para alcanzar esos deseos. En una sociedad capitalista, la “comunidad” promovida socialmente por el Estado es la familia burguesa o nuclear. Este modelo de atomización familiar se impone para garantizar que sirvamos como unidades individualizadas de consumo y reproducción social. Lo imponen socialmente las fuerzas políticas más reaccionarias y opresivas de la sociedad para mantener las relaciones sociales capitalistas. Sin embargo, también podemos imaginar y recrear formas diferentes de familia y comunidad que trascienden las limitaciones del capitalismo. El considerar a la comunidad o construir la comunidad mediante un proceso permanente de reproducción social comunista requiere centrarse en la liberación queer, concretamente en el marxismo trans y la abolición de la familia. [3]
Dado que la reproducción social es de género y racializada bajo el sistema actual, las mujeres de color -principalmente las mujeres negras, indígenas y chicanas- hacen el trabajo. La reproducción social comunista significa que el sexismo y el racismo, entre otras opresiones, se enfrentan a la destrucción en el fuego de la abolición del capitalismo a través de la lucha revolucionaria. ¿Qué necesitamos hacer para construir una comunidad? Abolir la “familia” como la entendemos bajo el capitalismo es una tarea importante que debemos asumir para nuestra liberación.
Liberación mediante la abolición de la familia
¿Qué es la abolición de la familia? Puede que algunas personas no hayan oído hablar de estas dos palabras juntas. Sé que yo no lo había hecho hasta los veintitantos, cuando me declaré bisexual, pansexual y queer. M.E. O'Brien revela esta importante historia de la abolición familiar al mismo tiempo articula alternativas para el comunismo de abolición decolonial que queremos y necesitamos. El comunismo abolicionista decolonial es el antídoto contra las enfermedades del colonialismo, el racismo y el capitalismo.
Bajo el capitalismo, la familia de modelo burgués es el primer grupo, organización y estructura social para muchas personas. En esta forma, la familia encarna el dolor, el amor, el apoyo, la manipulación, la coerción y el abuso. Para las personas queer como yo, la familia elegida es la comunidad y la “homieship” que ofrecen el amor y la amistad necesarios para combatir el abandono, el abuso, la coerción y la decepción experimentados en la familia burguesa. O'Brien escribe: “La familia nuclear fue desarrollada por las nuevas clases capitalistas de Europa y circuló por el mundo con el colonialismo”. [5] A finales del siglo 19, la familia nuclear blanca fue impuesta a las comunidades indígenas, ya que “la historia de la familia es también la historia de la supremacía blanca y el genocidio”. [6] El despojo de tierras, el genocidio y las escuelas residenciales despojaron a los pueblos indígenas de sus vidas con el fin de imponer la familia burguesa blanca a las formaciones comunitarias indígenas que prosperaban.
En el Sur, antes y después de la Reconstrucción, los vínculos y el parentesco de los negros no eran tradicionales y a menudo raros. El concepto del hombre soltero como sostén de la familia es y fue un concepto colonial blanco. En la década de 1970 empezaron a surgir mensajes claros que pedían la abolición de esta forma de familia, manifestándose en movimientos y grupos como Salario por Trabajo Doméstico,la Organización Nacional de Derechos de Bienestar Nacional, y entre otros escritos, arte y luchas. La mujer negra como mujer” de Kay Lindsay presenta a la familia burguesa blanca como un mecanismo que refuerza la opresión en la vida de los negros. A través del tiempo, el lector se encuentra con feministas revolucionarias, trabajadoras del sexo, queers y BIPOC comprometidas con la erradicación de la familia blanca burguesa. En la actualidad, ésta adopta nuevas formas de parentesco y cuidado bajo la idea de la reproducción social comunista.
La reproducción social comunista representa una alternativa a la familia burguesa. Para los comunistas queer, el concepto de cuidado es una “relación material, un conjunto de formas de trabajo” que construye la solidaridad.
La reproducción social comunista representa una alternativa a la familia burguesa. Para los comunistas queer, el concepto de cuidados es una “relación material, un conjunto de formas de trabajo” que construye la solidaridad. [7] Los movimientos en masa construyen solidaridad e inspiran la acción. En el libro, una saludable inyección de inspiración se encuentra en la deliciosa descripción del romanticismo y la furia de las trabajadoras del sexo que se levantaron durante la creación de la Comuna de París. Para Karl Marx, la Comuna de París representó un breve momento (tres meses) en el que la vida proletaria de la clase obrera se hizo realidad, ya que los trabajadores tomaron el control de sus lugares de trabajo y floreció un comunismo liberador. La trabajadora sexual Louise Michel gritando “¡Somos al menos 25.000!” en las calles de París es un llamado a todos a pensar profundamente y actuar con valentía hacia la abolición de la familia. [8] Este llamado a abolir la familia requiere un “feminismo comunista”, según O'Brien. ¿Qué significa este feminismo comunista en todo el mundo?
El aumento del fascismo en Estados Unidos y en otros países pone en relieve la urgencia de la abolición de la familia, especialmente porque un componente de la organización fascista es la imposición por la fuerza de la familia nuclear patriarcal junto con el apoyo a otros tipos de coerción, como la represión estatal. ¿Cómo conectamos las luchas por abolir la policía, las prisiones y las fronteras con la abolición de la familia? La abolición de la familia ofrece información sobre los marcos teóricos modernos que centran la abolición de la familia, la liberación queer, la liberación colectiva y el amor.
La importancia del Marxismo Transgénero
¿Qué es el Marxismo Transgénero? El corazón del marxismo significa que nosotros, como clases trabajadoras, miremos los escritos y las acciones a través de un lente materialista histórico y con el objetivo de apoderarnos de los medios de producción a través de una revolución socialista. El Marxismo Transgénero se centra en la resistencia y la vida de lo trans. En la década de 1900, la teoría queer miraba todo a través del género, los roles de género y la sexualidad. Transgender Marxism impulsa el enfoque radical de muchos teóricos queer e incorpora aún más la necesidad del análisis marxista, la lucha de clases y la revolución socialista.
El libro Marxismo Transgénero ofrece un conjunto de pensamientos e ideas radicales para transformarnos y construir un comunismo de abolición decolonial. En un artículo de la colección, aprovechando los medios: hacia una epistemología trans, el autor escribe: “Las personas están hechas como la vida, el lenguaje y los planetas, en las interacciones e intimidades de la diferencia y la creatividad y el deseo que la diferencia produce”. [9] La creatividad y el deseo que la diferencia produce significa que cada persona tiene su papel distintivo en la comunidad. Por lo tanto, podemos mirar a la construcción hacia la Comunidad con un enfoque marxista; lo que significa apoderarse de los medios de producción en nuestra reproducción social comunista como lo hicieron en la Comuna de París de 1871. En otras palabras, nuestra liberación está ligada a la lucha de clases para derrocar al capitalismo.
La creatividad y el deseo que la diferencia produce significa que cada persona tiene su papel distintivo en la comunidad.
En otro brillante artículo de Marxismo Transgénero, “¿Por qué somos así? La primacía de la transexualidad”, Xandra Metcalfe sostiene que el postcapitalismo llega una vez erradicada la obsesión por el falo [pene]. La autora escribe: “En la medida en que el falo es una contingencia, no un estado natural, también necesita reproducirse de generación en generación. Al igual que por qué los países capitalistas deben promulgar el imperialismo en los socialistas.” [10] El falo representa la reproducción de la dominación en el capitalismo patriarcal. La obsesión como punto de referencia cultural, además de su representación en la escuela, el trabajo, la vida pública y privada, subraya su modo de pensamiento binario que nos oprime. De ahí que Metcalfe argumenta que un comunismo gay (también un comunismo trans) sí nos liberará.
El Marxismo Transgénero debe estar en el centro de la liberación queer. Los ataques contra nosotros, la comunidad LGBTQIA + -pero especialmente contra las personas trans- tienen sus raíces en la discriminación histórica contra la homosexualidad. La represión cultural como una forma de anti-queerness, como la prohibición de libros y espectáculos de drags se remonta, por ejemplo, a cómo los nazis aplastaron el Instituto de Investigación Sexual en Berlín como una estrategia en su ascenso al poder. Hoy en día, en Estados Unidos y en otros lugares, las prohibiciones de la historia negra y la investigación queer representan una vuelta a las tácticas de los fascistas y las fuerzas protofascistas que están empeñadas en borrar los fundamentos históricos cruciales de los levantamientos BIPOC y, especialmente, de los levantamientos queer BIPOC.
Además de resistir los ataques de fascistas, reaccionarios, TERFs (Trans-Exclusive Radical Feminists). Feministas Radicales Trans-Exclusivas y otros contra la gran comunidad LGBTQIA+, debemos continuar construyendo y creando nuestras estructuras colectivas. El comunismo de abolición decolonial requiere luchar y destruir los ciclos intergeneracionales de la supremacía blanca, el colonialismo, el capitalismo, y también necesita que florezca la creatividad. Aquí hay personas Trans de H. Melt es una hermosa colección de poemas que ilustra este resurgimiento, centrándose en la alegría, la resistencia y el amor trans.
Construir la(s) comunidad(es) durante múltiple crisis profundas
La catástrofe climática, la pobreza, el surgimiento del fascismo y el declive general de la legitimidad de las instituciones capitalistas representan crisis profundas y crecientes. Dos conceptos de Karl Marx y del Dr. Martin Luther King Jr. ofrecen las bases para construir una reproducción social comunista. El concepto de la Querida Comunidad del Dr. King es uno de los que yo había aprendido en mi época en Carolina del Norte. Compañeros negros revolucionarios me enseñaron el concepto de Dr.King. El concepto de nuestra querida comunidad en acción “unida por una creencia compartida en el poder transformador del amor”. [11] En “Killing Rage, Ending Racism” bell hooks explicó con más detalle esta querida comunidad en acción como acción colectiva de amor comunista. “La querida comunidad se forma no por la erradicación de la diferencia, sino por su afirmación, por la reivindicación por parte de cada uno de nosotros de las identidades y legados culturales que conforman quiénes somos y cómo vivimos en el mundo”. [12] La querida comunidad ofrece una alternativa a la familia nuclear.
Del mismo modo, Karl Marx utiliza la palabra gemeinwesen “comunidad” interpretada también como “el ser comunal”. [13] Este concepto adquiere varios significados bajo el capitalismo, pero esencialmente se puede definir gemeinwesen como la forma colectiva de comunidad o la comuna a través de la acción colectiva masiva de la clase obrera. Esta última parte es importante porque difiere de la visión anarquista-primitivista de la idílica “vuelta a la naturaleza” y de la de la comuna utópica pre-agrícola. En resumen, nos comprometemos en la acción colectiva y en una revolución social para promover el florecimiento humano individual y el amor y la liberación para todos nosotros.
Nos comprometemos en la acción colectiva y en una revolución social para promover el florecimiento humano individual y el amor y la liberación para todos nosotros.
¿Cómo cultivamos la comunidad desde los fundamentos y hallazgos del amor y la liberación? ¿Cuáles son los ejemplos de amor y liberación en nuestras comunidades? Dos ejemplos recientes de movimientos son la rebelión Las Vidas Negras Importan (Black Lives Matter) en el verano de 2020 y la proliferación de grupos de ayuda mutua durante el inicio de la pandemia COVID-19.
Las protestas de Black Lives Matter atrajeron a millones de personas y reforzaron la política revolucionaria abolicionista de la mayoría de los implicados. Lamentablemente, esto condujo a la derivación de recursos hacia el complejo industrial sin fines de lucro, las ONG y el Partido Demócrata. La demanda de abolir la policía no sólo fue ignorada por los operativos del Partido Demócrata y los políticos del establecimiento, sino que la financiación de la policía aumentó a pesar de que innumerables estudios, incluyendo este reciente de “Catalyst California” y la ACLU del Sur de California, muestran que la policía ni resuelve ni previene el crimen. Funcionan como nuestros opresores y ejecutores de las relaciones sociales capitalistas. Ahora, comunidades de todo Estados Unidos se están levantando contra la construcción de “Ciudad Policía” (Cop City) en Atlanta. La gente está formando guardias comunitarias y construyendo organizaciones independientes de los dos partidos capitalistas y de su sistema corporativo, imperialista y pro-policía. Por lo tanto, la liberación se concibe a través de la abolición revolucionaria de la policía, el encarcelamiento y la vigilancia.
La inhumana respuesta del gobierno estadounidense a la pandemia de COVID-19 obligó a la clase trabajadora y a las comunidades a crear y solidificar grupos de ayuda mutua. Como “el cuidado es profundamente político”, la importancia de construir comunidades con el cuidado adquiere nuevas formas y un significado más profundo. Formó parte de la Red de Ayuda Mutua del Gran Long Beach, donde trabajamos contra el capitalismo a través de la justicia alimentaria y construyendo comunidad a través del amor y la liberación. Sin duda hay esperanza en la organización comunitaria queer y en el abolicionismo revolucionario para que podamos seguir manteniéndonos a salvo unos a otros y construyendo un comunismo de abolición decolonial.
Traducido por Josué Ammerman
Notas
[1] J.N. Hood, “Encounters in Lancaster.” Transgender Marxism. Jules Joanne Gleeson and Elle O'Rourke, Eds. (London: Pluto Press, 2021), p. 176.
[2] M.E. O’Brien. Family Abolition Capitalism and the Communizing of Care. (London: Pluto Press, 2023), p. 176.
[3] Ibid., p.195.
[4] Ibid., p. 73.
[5] Ibid., p. 90.
[6] Ibid., p. 91.
[7] Ibid., p. 219
[8] Ibid., p. 96
[9] Nathanial Dickson, “Seizing the Means: Towards a Trans Epistemology.” Transgender Marxism, Jules Joanne Gleeson and Elle O'Rourke, Eds. (London: Pluto Press, 2021), p. 215.
[10] Xandra Metcalfe, “‘Why Are We Like This?:’ The Primacy of Transsexuality.” Transgender Marxism, Jules Joanne Gleeson and Elle O'Rourke, Eds. (London: Pluto Press, 2021), p. 224.
[11] M.E. O’Brien, p. 240.
[12] bell hooks, Killing Rage: Ending Racism. (New York: Owl Books,1995), p. 265.
[13] M.E. O'Brien, p. 243.
Tina Trutanich es una trabajadora comunista queer y poeta de España y California. Escribe sobre comida, naturaleza, revolución, amor y liberación.
