En la cuestión de la violencia revolucionaria
La violencia que ha dominado el ordenamiento del mundo colonial, que ha marcado sin cesar el ritmo de la destrucción de las formas sociales autóctonas y ha roto sin reservas los sistemas de referencia de la economía, las costumbres del vestir y la vida exterior, esa misma violencia será reivindicada y asumida por el autóctono en el momento en que, decidiendo encarnar la historia en su propia persona, irrumpa en los barrios prohibidos. Frantz Fanon, Desgraciados de la Tierra.
Israel está cercando los Territorios Ocupados mientras hablamos. Más de 2,3 millones de personas carecen de electricidad, alimentos, combustible y libertad de movimiento. Están en un campo al aire libre, en el punto de mira de los militares fuertemente armados de Israel cada segundo de cada día. Más de 1.500 palestinos han muerto en los últimos días [incluidos al menos 500 niños] y el número de víctimas sigue aumentando.
Sin embargo, los medios de comunicación [occidentales] están llenos de apoyo a Israel. Que Israel tiene todo el derecho a tomar represalias tras los ataques de Hamás. Se pone en un plano de igualdad a un pequeño ejército guerrillero que ataca a un estado colonial de colonizadores apoyado por armas y más de 3.000 millones de dólares de ayuda anual. Excepto que el luto implícito por las vidas israelíes perdidas y el silencio sobre las muertes palestinas demuestra que no hay nada de igualdad en esta situación.
La cuestión de la violencia y las represalias es importante. Si estamos en contra de la opresión en todas sus formas, ¿lamentamos tanto al oprimido como al opresor cuando hay violencia que acaba en muerte?
La historia debe responder a esta pregunta. ¿Lamentamos la muerte del amo de esclavos durante una rebelión de esclavos? ¿Sentimos compasión por los vecinos de la familia de colonizadores asesinada por nativos americanos y sentimos su dolor y el miedo de haber sido ellos los siguientes?
Cuando los campesinos vietnamitas mataban a soldados estadounidenses durante la guerra de Vietnam, Martin Luther King Jr. no defendió el derecho del gobierno estadounidense a tomar represalias por la pérdida de vidas estadounidenses. En su lugar, dijo: “…Nunca más podría alzar mi voz contra la violencia de los oprimidos…sin antes haber hablado claramente al mayor proveedor de violencia en el mundo de hoy: mi propio gobierno”.
El fin real de la violencia sólo puede venir de un mundo que se levante en solidaridad con los palestinos. La única forma de poner fin al conflicto es una solución de un estado único en la que los palestinos (y todos los que viven en Israel) tengan los mismos derechos y todos los beneficios de la ciudadanía.
No deberíamos tener que justificar nuestro apoyo a los oprimidos sintiéndonos obligados a expresar nuestras condolencias por las vidas perdidas en el otro lado. Como socialistas revolucionarios, entendemos que la violencia es una expresión de las condiciones sociales en las que viven los oprimidos, así como una expresión de su necesidad de acabar con esas condiciones. En este contexto, entendemos y apoyamos la resistencia palestina en todas sus formas como una manifestación del deseo de libertad y justicia.
Traducido por Josué Ammerman.
Amy Lerner es socialista desde hace mucho tiempo y simpatizante de la lucha por la liberación palestina.
